Decathlon es un modelo representativo de logística en el sector. La multinacional francesa está llevando a cabo una reestructuración completa de su esquema logístico. La compañía ha inaugurado recientemente un gran almacén continental en París, donde centralizará las referencias de baja rotación, y en 2005 puso en marcha tres plataformas de distribución para abastecer a sus doce almacenes regionales europeos, entre ellos los de Barcelona y Madrid.
Decathlon ha rediseñado su entramado logístico con la introducción de un plan de nuevas infraestructuras que se completó en 2005. El primer paso fué la reciente apertura en París de un gran almacén continental de 50.000 m2, que tendrá en stock y servirá al resto de almacenes europeos los productos denominados 80/20 o de venta débil, esto es, aquel 80% de las referencias que representa el 20% de la facturación. Igualmente se concentran allí artículos con gran valor añadido y alta rotación.
El nuevo esquema contempla la creación de un segundo tipo de almacén. Se trata de instalaciones multirregionales que, en el futuro, abastecerán a los doce almacenes regionales que la firma francesa posee en Europa. Está prevista la construcción de tres de estas plataformas de distribución en el continente, aunque ninguna de ellas estará situada en España, donde la compañía cuenta con dos centros regionales, uno en Getafe (Madrid) y otro en Sant Esteve de Sesrovires (Barcelona).
La vertebración de la cadena logística en Europa se completará con la creación de hub logísticos, subcontratados o propios, para la recepción de la mercancía de los proveedores. Su localización todavía no está decidida pero, en cualquier caso, dependerá del lugar en que se encuentren los fabricantes.
Con esta iniciativa, la empresa espera ayudar a los subcontratistas a reducir los plazos de entrega, así como potenciar el transporte de la carga en grupaje hasta el almacén de Decathlon que vaya a servir posteriormente esos productos a las tiendas. El objetivo final es asegurar el llenado de los camiones y reducir el tiempo de entrega a las tiendas.
Plataforma logística en España
Los almacenes regionales de Decathlon son los centros logísticos más cercanos a sus tiendas. Solamente disponen de los productos llamados 20/80 (aquel 20% de los artículos que constituye el 80% de las ventas), entre los que se encuentra la mayoría de los textiles y del calzado deportivo.
En el caso de las bicicletas, uno de sus productos más representativos, la firma francesa divide las referencias, en función de su coste, en tres gamas. En este tipo de almacén se encuentran en stock únicamente los modelos más económicos. Tampoco están el cien por cien de las referencias de productos técnicos y otros mucho más específicos, como pueden ser los de caza o equitación.
El almacén de Getafe abastece 16 tiendas españolas y un almacén de componentes de Portugal. Por su parte, el centro de Sant Esteve de Sesrovires sirve a las quince tiendas de la zona noroeste del país, que comprende Cataluña, Aragón, Comunidad Valenciana y Baleares.
La instalación barcelonesa cuenta con 16.500 m2 de superficie. La empresa tiene allí 20.000 referencias y capacidad para gestionar de 25 a 30 millones de artículos, entre stock y mercancía en tránsito. La superficie destinada al almacenaje está dividida en tres naves paralelas e interconectadas de 4.000 m2.
En ellas se guardan, respectivamente, artículos voluminosos, productos de tamaño medio ubicados en cajas de distintas dimensiones, y accesorios y ropa en cajas de cartón tamaño estándar. Tan sólo los voluminosos, como las bicicletas, las mesas de ping pong, los artículos de fitness o los trineos (uno de los modelos se fabrica en Cataluña) llegan a la instalación paletizados y almacenados en estanterías de palets.
La nave que los acoge tiene capacidad para 10.000 paletas. Por su parte, el almacén de accesorios y ropa, que es el que acopia la mayoría de productos, dispone de estanterías con cinco niveles de carga y capacidad para 50.000 cajas. Las tres naves están situadas en paralelo y se comunican por sendos accesos con una cuarta que está adosada a ellas transversalmente.
En ella se encuentran los muelles de carga, donde cada una de las doce puertas que dan acceso a los camiones tiene asignada la tienda Decathlon a la que sirve. En el centro de la nave, y a pie de los muelles, está instalada una cinta de rodillos que conecta con la nave de almacenaje intermedia (la de productos de distintas dimensiones) y recorre en su totalidad ésta y la nave de cajas de cartón estándar, hasta completar el recorrido otra vez en los muelles de carga.
Los artículos que circulan por la cinta mecánica pueden tener tres destinos diferentes. Los bultos encuentran en su camino lugares de paso donde son controlados de forma automática por radiofrecuencia.
Si deben quedarse en la nave intermedia (la primera que encuentran en su trayecto), el sistema los desvía hacia unos carriles de salida donde los operarios los retiran de forma manual. El mismo proceso se reproduce, más adelante, con los productos destinados a la nave de cajas estándar.
Por último, se encuentran los bultos que no se detienen en ninguna de las estaciones y completan el ciclo hasta volver a la zona de expediciones habilitada frente a los muelles de carga. Se trata de productos en tránsito, que solamente pasan por el complejo para su control y reexpedición. De este modo, la instalación de Barcelona sirve en gran medida de plataforma cross-docking para los productos de alta rotación que no resultan rentables mantener en stock.
Producción internacional
Por Sant Esteve de Sesrovires también transitan los artículos de otras marcas que Decathlon comercializa en sus establecimientos, así como los productos específicos que la compañía vende exclusivamente en el mercado español, como las camisetas de clubes de fútbol del Barcelona o del Madrid.
El producto Decathlon se fabrica en quince países de todo el mundo. No obstante, la producción, que siempre está subcontratada, se centraliza por zonas geográficas. En la península Ibérica, la firma francesa tiene sus proveedores de bicicletas en Portugal y, principalmente, en Mataró (Barcelona). En Cataluña se fabrican asimismo productos plásticos, como gorros de baño, calcetines y componentes metálicos.
Sin embargo, la comunidad catalana ha perdido una gran parte de la producción de Decathlon, que ha ido a parar a Portugal. Marruecos es otro de los países que suministra numerosos artículos para Decathlon, sobre todo textiles, mientras que en Asia se producen las zapatillas deportivas y los balones. El desplazamiento de parte de la producción española a Portugal responde a una nueva política de la firma francesa a nivel global.
Anteriormente siempre se fabricaban los mismos productos en dos lugares distintos, por si fallaba un proveedor. "Pero el problema -asegura el director del almacén regional de Barcelona, Dominique Praturlon- es que acabábamos teniendo dos calidades distintas para un mismo artículo, de manera que ahora se elige solamente al mejor proveedor para cada referencia". Decathlon elige y supervisa los componentes y materiales, así como el diseño de los productos que comercializa bajo su marca.
El reto de los plazos
En 2001, el almacén de Sant Esteve de Sesrovires alcanzó un tiempo medio de 15 horas en la preparación de pedidos, desde el momento de la recepción de una orden hasta la salida del camión hacia la tienda. Para el presente ejercicio, la dirección se ha marcado el reto de bajar hasta las doce horas el promedio de la secuencia entera: realizar el picking, preparar el producto, embalarlo, facturarlo, ponerlo en el muelle, paletizarlo y subirlo al camión.
En el terreno internacional, el objetivo marcado por el plan logístico de Decathlon para 2005 establece una horquilla de entre dos y 72 horas para los plazos de entrega, "independientemente de si la referencia debe venir del almacén continental, del multirregional o del regional", afirma Cristina Gaitán, responsable de logística de Decathlon para la zona noreste de España.
El almacén continental de París está subcontratado. Decathlon cuenta allí con 50.000 m2 de superficie, desde donde acabará sirviendo a todos los almacenes regionales. Estos harán las veces de plataforma cross-dock para los productos que vengan de la capital francesa y hagan escala en su viaje hacia las tiendas españolas.
La dirección logística de Decathlon se encuentra centralizada en Lille (Francia), desde donde se marcan las pautas para todo el grupo. Pero la compañía escogió París para la ubicación de la principal base de operaciones porque allí cuenta con 50 tiendas.
Los puntos de venta Decathlon ordenan sus pedidos de forma automática. El almacén de Barcelona recibe uno cada 15 minutos. "Cuando un cliente pasa por la caja de una tienda" explica Gaitán, "la introducción del código de barras puede generar la orden: el stock de los productos tiene unos mínimos y unos máximos asignados (pueden variar dependiendo de su estacionalidad), y cuando una venta rebaja las existencias hasta esa cantidad mínima, el pedido automático se dispara para dejarlas otra vez en el máximo".
Además de la estacionalidad, la otra variable tenida en cuenta a la hora de determinar el stock la constituyen las ventas alcanzadas por los artículos en los últimos siete días. Las modificaciones son realizadas automáticamente, a partir del histórico semanal, por el sistema informático de la compañía. Esta metodología implica que los pedidos que Decathlon Barcelona genera a su almacén proveedor también pueden variar cada día para cada una de las 20.000 referencias que gestiona.
El aprovisionamiento de las tiendas ha ido igualmente modificándose conforme se han introducido cambios en la cadena logística. Anteriormente, la prioridad era tener siempre existencias en los establecimientos, de modo que se les servía diariamente cuantas veces fuese necesario con tal de que no agotasen ninguna referencia. Tras realizar una evaluación de los costes, la compañía optó por hacerles llegar un único envío diario, aunque con mucho más material para los lineales.
Transporte a la carta
Decathlon subcontrata su flota de transporte. Los pedidos se sirven por la mañana a la tiendas más cercanas al almacén, mientras que las más alejadas, como en el caso de las de Alfafar y Aldaia en Valencia, los reciben por las tardes.
A lo largo del día, solamente se realiza un segundo envío con los denominados productos de ruptura a los puntos de venta más cercanos al almacén que lo necesitan: a mediodía se calcula qué les hará falta antes de finalizar la jornada y se les envía exclusivamente ese material. El establecimiento de Palma de Mallorca es un caso especial, ya que recibe la mercancía por vía marítima, y es el único que, en momentos puntuales, puede recibir los productos de ruptura por avión.
Con todo, son los establecimientos quienes deciden en última instancia cuántos envíos quieren recibir al día y por qué medio: "Las tiendas gestionan y pagan su transporte" afirma Praturlon. "Nosotros estamos aquí para aconsejar el mejor servicio con el menor coste, pero nuestra especialidad es el servicio a la carta, y si alguien quiere tres camiones al día, se los enviamos".
La apertura, en 2001, del segundo almacén regional para España en Getafe fue esencial para desarrollar este servicio personalizado, ya que hasta ese momento el centro de Barcelona era el encargado de aprovisionar todas las tiendas españolas.
Según el responsable de la instalación, "un almacén que deba abastecer 40 tiendas y que no pueda elegir la horas de carga o las franjas para hacer su picking no podría conseguirlo. Ahora somos más flexibles y nos adaptamos en todo momento a las necesidades de cada tienda: si durante el verano, por ejemplo, alguna quiere cambiar su horario de recepción por el de la tarde, se hace sin ningún problema".
Know how en venta
Con la duplicidad de plataformas, las naves de Sant Esteve de Sesrovires han podido reducir su actividad, hasta el punto de que la empresa se plantea sacar el máximo rendimiento a la instalación catalana realizando labores de operador logístico para otras firmas.
"Tras 25 años en el sector -asegura Praturlon-, podemos ofrecer nuestro saber hacer en logística. El objetivo es rentabilizar los metros cuadrados que quedan vacíos, sobre todo en los periodos febrero-mayo y septiembre-noviembre".
El resto del año, Decathlon necesita hasta el último rincón del almacén: "La experiencia nos dice -concluye el responsable de la firma en Cataluña- que hoy en día el stock favorece las ventas. Por eso en épocas como en Navidad, cuando hay tiendas que venden 300 bicicletas en tres días, debemos tener los productos aquí".
Por la instalación catalana pasa una media diaria de 50.000 artículos, entre recepción y expedición, con un promedio de 10.000 bultos. Cada jornada salen de los muelles de carga 15 camiones uno para cada tienda, a los que hay que sumar otros siete vehículos más pequeños que realizan la entrega de los productos de ruptura.
En cuanto a la recepción, el promedio es de siete u ocho camiones diarios, pero cuando se producen puntas en la actividad, el número se duplica. En esos periodos, pueden llegar a manipularse 120.000 artículos al día, con lo que la plantilla se estira desde los habituales 65 ó 70 empleados hasta los 130.
Pedidos on-line
Los productos Decathlon también pueden adquirirse vía Internet, aunque para hacerlo es necesario dirigirse a la página web francesa (la dirección local en la Red cuenta en cada país con un enlace). Los pedidos que se realizan en el portal francés se sirven posteriormente desde el almacén regional correspondiente.
Esta circunstancia ha provocado que, hasta la fecha, las ventas on-line sean aún residuales en España. Por este motivo, uno de los proyectos que tiene en marcha la empresa es habilitar en la página española un canal propio para la venta.
Fuente: DANIEL MARTÍNEZ