El auge actual de las nuevas tecnologías de comunicación, especialmente las móviles, abre nuevos horizontes a la gestión de flotas. El objetivo de estas tecnologías, denominadas de movilidad, es permitir un acceso a los sistemas de gestión de la empresa independientemente de la ubicación, de manera que el personal desplazado pueda estar conectado a ella en tiempo real.
Este concepto tiene especial relevancia en el mundo del transporte. En éste, por definición, los ejecutores están fuera de las instalaciones, lo que hasta ahora conllevaba una falta de información acerca de lo que estaba sucediendo a cada momento durante los trayectos.
Las nuevas tecnologías colman este vacío de información, de manera que el personal desplazado, mediante el uso de dispositivos móviles, captura, consulta o descarga datos desde los sistemas informáticos empresariales, haciendo así más eficientes los procesos y controlando la flota en tiempo real.
Muchas empresas piensan que la primera de estas tecnologías que se debe implantar en sus vehículos es la de localización GPS (sistema global de posicionamiento, en sus siglas en inglés). Y es normal. Un paso inicial para una gestión eficiente consiste en saber dónde están los camiones en cada momento para poder organizarlos, al igual que conocer las desviaciones de ruta u otros posibles problemas.
Y sin embargo, con los dispositivos existentes, quedarnos sólo en la localización es poco ambicioso. Pensemos que al instalar en un camión un sistema de localización profesional colocamos un receptor GPS dotado de un pequeño ordenador que es capaz de almacenar datos y posiciones, de disponer de cierta inteligencia embarcada para procesar estos datos y de comunicarse en tiempo real o diferido por GPRS (servicio general de paquetes por radio, en sus siglas en inglés), GSM (sistema global para comunicaciones móviles, en sus siglas en inglés) o Trunking (sistema de radio mediante red privada) con un centro de control.
Disponemos así en el vehículo de un centro de procesamiento de información y de uno de comunicaciones, que pueden gestionar el intercambio de datos y alarmas, además de la posición, con el centro de control y que proporcionan mucho más valor añadido para la gestión de flotas en tiempo real.
De este modo, el dispositivo instalado inicialmente para la localización nos sirve también, añadiéndole sensores para controlar y gestionar diversos parámetros del vehículo y de la actividad del conductor, como elemento activo de la gestión de la flota, que se amortiza mucho más rápidamente que si lo utilizamos sólo para la localización del vehículo. Por tanto, proporciona un elevado valor empresarial.
Estos parámetros de actividad y de funcionamiento que queremos controlar pueden variar de empresa a empresa; y cada cual debe decidir qué información es la que necesita conocer de su flota para su gestión. Lo que es importante es estar al corriente de las posibilidades que la tecnología nos da. De las principales seguramente cualquier compañía que transporte mercancías encontrará valor en todas o en algunas destacaría las funciones de las siguientes:
Control de indicadores del camión: mediante la instalación de sensores se pueden controlar a distancia distintos parámetros de funcionamiento del vehículo. Es especialmente interesante la posibilidad de conectar estos sistemas al módulo Canbus del camión, lo que permite obtener datos como la velocidad, la potencia del motor, las RPM del motor y de los ejes, la temperatura del motor y del gasoil, etc.
El procesador del sistema es capaz de guardar o enviar la información obtenida en tiempo real y además genera alarmas al centro de control si cualquiera de los parámetros se saliera de unos rangos predeterminados. Otra posibilidad es la de conocer el gasto de combustible del vehículo mediante sensores específicos para detectar posibles fraudes en los repostajes, controlar el consumo de cada camión, etc.
Control de la trazabilidad de la temperatura de la carga en el transporte frigorífico: dentro del control de parámetros es muy relevante el de la cadena de frío. Las directivas del Parlamento Europeo implican que los vehículos deben asegurar el mantenimiento de la temperatura desde la carga hasta la descarga, siendo el operador logístico, por ejemplo, quien asume la responsabilidad de garantizar esta trazabilidad.
Para ello se instalan sensores en la caja frigorífica que realizan un control en tiempo real de la cadena de frío de la mercancía transportada. El sistema debe permitir programar los umbrales de temperatura máximos y mínimos, así como el funcionamiento de la máquina de frío y la apertura de las puertas.
El equipo embarcado guarda entonces la totalidad de la información y la transmite al centro de control, al igual que comunica alarmas en caso de que en algún momento la temperatura se salga de los rangos programados. El cliente final también puede ver la temperatura a la que ha permanecido la carga a lo largo de todo el recorrido.
Control de la actividad del conductor: estos sistemas acceden al tacógrafo, conocen el estado de los conductores (descanso/disponible/conduciendo) y calculan los tiempos de conducción de cada uno de ellos, enviando alertas al centro de control en caso de sobrepasarse o acercarse al límite. También es posible programar alertas en caso de velocidad excesiva, de manera que se reducen las sanciones, las multas, las pérdidas de licencias, etc.
Control de seguridad: un sistema de localización es por sí mismo un sistema de seguridad que soluciona problemas de robos, salidas de ruta, la utilización del vehículo para actividades no autorizadas, etc. Pero además, los sectores especialmente interesados controlan el estado de apertura de las puertas del camión, así como el de movimiento o parada.
Incluso, desde el centro de control, se impide dicha apertura de las puertas o el encendido del motor en caso de problemas. Por otra parte, la colocación de un botón de pánico permite, una vez pulsado por el conductor, enviar una alarma al centro de control indicando también la posición del vehículo.
Control de realización de rutas: con la utilización de este sistema se conoce si la programación desde el centro de control de los puntos de paso previstos para un camión en su ruta, así como sus horarios, se están cumpliendo, y mediante la transmisión de alarmas en caso contrario. También es posible reprogramar las rutas y conocer eventuales salidas de ruta, desviaciones o paradas no programadas.
Comunicación con el conductor: con el equipo embarcado existen dos medios de comunicación: de voz, acoplando un módulo de audio a través de un teléfono móvil, y de mensajería, que consiste en el intercambio de mensajes cortos con el conductor. Además, con la programación de formularios simples se reportan al centro de control eventos de interés como averías, retrasos, entregas, recogidas, etc.
Navegador a bordo: el disponer en el camión de un sistema GPS dota al conductor de un navegador que le facilitará llegar a su destino con más rapidez evitando equivocaciones. Esto redunda en el ahorro de tiempos de conducción, combustible, etc.
Control económico de comunicaciones con el centro de control: el sistema debe permitir programar la frecuencia de grabación y envío de datos al centro de control, al igual que programar seguimientos en tiempo real de un elemento de la flota o pedir datos puntuales del mismo en un momento determinado.
¿Ciencia ficción? No. Estas soluciones son reales hoy día. Para aplicarlas basta elevar el punto de mira mas allá de la simple localización y pensar que dotando a nuestros vehículos de sistemas como los descritos abrimos la puerta a la gestión de flotas en tiempo real.
Fuente: Antonio Mendes Castro, gerente de Telefónica Soluciones, Línea e-business. e-mail: amendes@telefonicasoluciones.com. www.telefonica.es/soluciones