Alzamora Packaging, un proyecto industrial de futuro

04 ene 2004

La nueva planta industrial de Alzamora Packaging dispone de un almacén automático con estanterías de doble profundidad, cuya misión es ordenar y centralizar en un único espacio el stock de materia prima, el utillaje y los productos acabados. Con tan sólo dos pasillos de estanterías, el almacén tiene capacidad para más de 8.000 paletas.

La empresa Alzamora Packaging, una de las principales firmas españolas del sector del embalaje, ha trasladado su sede a unas modernas instalaciones situadas en las afueras de la ciudad de Olot (Girona), donde cuenta con una fábrica equipada con tecnología de última generación y un almacén inteligente. El nuevo silo, de estructura autoportante y con capacidad para un total de 8.182 paletas, almacena en un único espacio tanto la materia prima como el utillaje (básicamente troqueles) y el producto acabado.

Para ello cuenta con cuatro estanterías de doble profundidad, donde las horquillas de los robots transelevadores pueden introducir las paletas hasta una segunda profundidad. Gracias a este sistema, con tan sólo dos pasillos (atendidos por sendos transelevadores) quedan habilitadas ocho estanterías, con el consiguiente ahorro de espacio.

Alzamora centra su actividad en la impresión en offset y el manipulado de materiales como el cartón y el plástico. Antes de construir su nueva planta, los responsables de Alzamora visitaron algunas empresas del sector del embalaje, sitas en diferentes continentes, y se reunieron con los principales fabricantes de maquinaria de su sector.

Tomadas las oportunas referencias, la firma catalana escogió, según explica su director comercial, Josep Maria Berga, los distintos elementos para configurar a medida "un proyecto industrial de futuro, adaptado a nuestro lay-out de producción y que nos diera una gran flexibilidad". En el caso particular del sistema de almacenaje, Berga asegura que solamente una de las empresas de packaging que visitaron –en concreto una japonesa– contaba con un almacén inteligente.

El nuevo almacén tiene una longitud aproximada de 90 m y una altura de 26 m. Dispone de dos puntos de entrada para mercancía paletizada, uno para la materia prima y el utillaje y otro para producto acabado. En ambos casos, un shuttle car o vehículo lanzadera se encarga de recoger las paletas y trasladarlas a un camino de rodillos, que finalmente las deja al alcance de las horquillas de los transelevadores.

Como unidad de carga se utilizan euro paletas con alturas de 1.300 y 1.550 mm, ya que una de las particularidades de Alzamora es que, para guardar los troqueles, utiliza jaulas metálicas propias adaptadas sobre la base de las paletas. Además, el sistema admite que la carga sobresalga de la base cinco centímetros, tanto a lo largo como a lo ancho, de modo que, si la euro paleta mide 800 x 1.200 mm, el límite para la mercancía que alberga es de 850 x 1250 mm.
 

Máximo rendimiento

En su anterior sede, Alzamora tenía un almacén de producto acabado de 2.500 m2 de superficie con estanterías de paletización compacta para 3.000 paletas. La materia prima, en cambio, se almacenaba en el suelo, al lado de las máquinas.

Pero la nueva planta industrial se ha diseñado para adaptar el flujo interno de materiales a la lógica productiva. Así, la fábrica, que se encuentra anexa al almacén inteligente, se ha proyectado en forma de “U”, de manera que la materia prima sale del silo, recorre todas las estaciones de trabajo (donde se hace el correspondiente picking) y cierra el ciclo volviendo a entrar en el almacén por el otro extremo de su cabecera.

El mismo circuito sirve para que el producto acabado sea introducido en el almacén al final del recorrido. Sobre esta disposición, el director comercial de Alzamora afirma que "no basta con tener maquinaria de última generación; debes contar con un equipamiento y un entorno acondicionado para poder sacar el máximo rendimiento. Por eso se ha estudiado el movimiento de los materiales, para que conserve una lógica productiva y al mismo tiempo facilite su preservación".

Alzamora también ha aprovechado el traslado a las nuevas instalaciones para reestructurar las secciones. Para ello, se han aislado las troqueladoras (crean mucho polvo y no deben estar junto a las plegadoras, porque si el polvo va a parar a las cintas que engoman o pliegan pueden rayarse las cajas) y se ha dotado a cada departamento de la temperatura y la humedad idóneas.

Asimismo, se ha soterrado la salida del material desechado tras el corte de las troqueladoras: dos cintas transportadoras subterráneas, que discurren por debajo de las máquinas, recogen los desechos y evitan que el polvo circule por el aire en la planta.

Los recortes caen por unos toboganes a una cinta u otra dependiendo del material que se haya usado, ya que de este modo se realiza una recogida selectiva. Al final de estas líneas subterráneas una máquina se encarga de compactar los residuos hasta formar fardos, que quedan listos para ser devueltos al proveedor de papel.

Este sistema de recogida también permite prescindir de los habituales sistemas de aspirado, puesto que las vibraciones que emiten estos aparatos también facilitan la dispersión de las partículas de polvo.

Traje a medida

Las actividades que desarrolla Alzamora abarcan todo el proceso productivo del packaging: creatividad, preimpresión, montajes preeliminares, impresión, troquelado, engomado, plegado y manipulado. La empresa fabrica y suministra envases litografiados, plastificados, estampados y con ventanillas o relieves en seco, así como todo tipo de cajas, expositores, material PLV (publicidad en el punto de venta), etc.

En cuanto a la organización interna, las secciones de estudio, creación y diseño de maquetas son las encargadas de valorar las diferentes posibilidades en packaging, teniendo el cuenta el tipo de estructura y soporte convenientes para que la protección y la resistencia sean las adecuadas. Para las tareas de preimpresión, la empresa cuenta con un laboratorio, máquinas repetidoras y el sistema CTP (Computer To Plate) para la realización directa de planchas por sistema digital.

El circuito de producción gráfica continúa por las máquinas de imprimir, con hasta seis colores simultáneos (tintas convencionales o UV) y de lacado y barnizado. Posteriormente, se utilizan autoplatinas para el troquelado de los productos, mientras que la sección de acabado lleva a cabo el plegado-engomado de los envases. Finalmente, el taller de manipulación realiza diversos trabajos por encargo.

Adelantarse a la demanda

Alzamora cuenta con un equipo de cuatro ingenieros de diseño industrial que se encarga de la parte creativa, de buscar la estructura idónea para el embalaje de cada producto. Una vez se ha desarrollado una silueta del packaging, se envía al cliente –que normalmente cuenta con su propio departamento de marketing y su agencia de publicidad–, para que plasme en ella la imagen que crea conveniente. A partir de esa imagen, Alzamora depura y concluye el producto (montaje, impresión, troquelaje, etc.).

Este departamento, que también se encarga de la I+D, intenta adelantarse a la demanda del sector para crear el envase del futuro. Así, Alzamora presentó en Hispack 2003, el salón del envase y el embalaje que se celebra en Barcelona, cajas inteligentes que integran chips antihurto y envases olfativos (estuches que incorporan etiquetas que, al rascarlas, desprenden el olor de la crema o el producto que contienen).

Sobre las cajas inteligentes, el director comercial de Alzamora afirma que "hemos resuelto el problema de la aplicación de estos chips en el packaging gracias a un proceso para integrar, de forma económica, la etiqueta antihurto en los embalajes". Berga considera a las grandes superficies ("donde ya hay quien exige a sus proveedores que incorporen algún tipo de sistema de seguridad que evite las pérdidas") como las grandes beneficiarias de este sistema, aunque augura que este tipo de soluciones terminará generalizándose.
 


Una firma centenaria
Alzamora Packaging tiene su origen en el taller de imprenta y manipulado de cartón que fundó, en el año 1900, Pere Alzamora i Michel. Hoy es una firma centenaria que se encuentra entre las primeras empresas españolas de su sector por volumen de negocio. Trabaja principalmente en el mercado español y francés, y es pionera en innovación, un hecho avalado por los premios que han recibido sus creaciones.

En 2003, la prioridad de Alzamora fue culminar el traslado a sus nuevas instalaciones, donde, conscientes de que la evolución garantiza el futuro, han apostado por incorporar tecnología punta en la producción y en el sistema de almacenaje.



Ficha técnica del almacén automático con doble fondo para paletas de Alzamora Packaging

Longitud de las estanterías: 87,5 m (longitud total)
79,3 m (longitud módulos de carga)
Anchura de las estanterías: 15 m (bastidores de 1.100 mm)
Altura de las estanterías: 25,8 m (altura total estructura)
24,5 m (altura libre bajo cercha)
Nº de pasillos: 2
Nº de estanterías: 8
Unidad de carga: Paleta de 800 x 1.200 x 1.300/1.550 mm
Carga con medidas de 850 x 1250 mm Carga máxima: 700 kg/paleta
Capacidad total: 8.182 paletas
Shuttle car: 1 unidad
Puestos de entrada: 2 (para materia prima y utillaje y para producto acabado)
Transelevador: 2 unidades
Ciclos simples por hora: 47,33 Cs/h
Ciclos combinados por hora: 25,58 Cc/h