La metodología ‘Six Sigma’ y su aplicación en logística
Existen distintas técnicas y herramientas para lograr la mejora de los sistemas de producción y asegurar la calidad de los productos y servicios minimizando los errores. Una de las más famosas es Six Sigma (también conocida como 6σ, 6 Sigma o Seis Sigma).
¿Qué es el ‘Six Sigma’ y para qué sirve?
Six Sigma es un método de trabajo empleado por aquellas empresas que buscan aplicar la mejora continua a sus procesos y alcanzar la excelencia operacional. El foco de esta metodología lean es el control de calidad, y su nombre hace referencia al concepto estadístico de la desviación estándar. El objetivo de Six Sigma es llegar a trabajar de manera tan eficiente que los fallos se reduzcan hasta un máximo de 3,4 por cada millón de unidades producidas o gestionadas. Esto significa que se mantiene una distancia de seis veces la desviación estándar entre la media del proceso y los límites de especificación.
Este sistema, que dio sus primeros pasos en Motorola en los años ochenta, es utilizado por empresas de los sectores manufacturero, sanitario, de finanzas y de servicios industriales para incrementar la satisfacción de sus clientes, rebajar costes y maximizar los beneficios. Los programas de certificación Six Sigma organizan sus rangos en cinturones que van desde el color blanco al negro, de forma similar a como ocurre en las artes marciales.
¿Cuál es la relación entre la metodología ‘lean’ y la ‘Six Sigma’?
La metodología de mejora continua Six Sigma y la filosofía lean logistics comparten objetivos comunes. Si Six Sigma pretende minimizar los errores, el concepto lean, que trata de obtener “más con menos”, aspira a alcanzar la eficiencia a través de la simplificación de los procesos de producción.
Las similitudes que presentan ambos estilos han hibridado en una nueva metodología llamada Lean Six Sigma. De este modo, mientras el enfoque lean optimiza los procesos al mejorar los flujos de trabajo, Six Sigma hace hincapié en el análisis de datos como herramienta para identificar y eliminar las causas de los potenciales problemas. El método Six Sigma también puede recordar a otras técnicas como el ciclo de Deming o PDCA.
DMAIC: las cinco fases del ‘Six Sigma’ en producción
Las cinco fases necesarias para implementar este programa con éxito corresponden a DMAIC, las iniciales de los verbos definir, medir, analizar, mejorar y controlar (del inglés Define, Measure, Analyze, Improve and Control):
- Definir (Define). Se trata de aclarar qué necesita el cliente, cuáles son sus requisitos de calidad, el alcance del proyecto y el equipo que lo llevará a cabo.
- Medir (Measure). Con el fin de conocer el estado del problema que se espera resolver, se identifican y miden todas las variables relacionadas con él.
- Analizar (Analyze). Una vez recopilados los datos, se interpretan con la intención de comprender las raíces de la problemática.
- Mejorar (Improve). Se implementan soluciones para corregir y prevenir la aparición de defectos y optimizar los procesos.
- Controlar (Control). Por último, se hace un seguimiento de los resultados para verificar si se han cumplido los objetivos.
Tipos de metodologías ‘Six Sigma’: DMAIC y DMADV
Además del sistema DMAIC, hay otra submetodología Six Sigma que también está compuesta por cinco fases: la DMADV, del inglés Define, Measure, Analyze, Design y Verify (definir, medir, analizar, diseñar y verificar). Si DMAIC se emplea con procesos o productos que ya se ofrecen a los clientes, DMADV resulta útil con aquellos que todavía no existen. Las tres primeras siglas ─definir, medir y analizar─ son comunes, pero las dos últimas, diseñar y verificar, atienden a objetivos diferentes:
- Definir (Define). En esta fase se establecen las necesidades del cliente, los estándares de calidad, el alcance del proyecto y quién formará parte del equipo.
- Medir (Measure). Para entender bien el problema, se identifican y cuantifican todos los factores que lo afectan.
- Analizar (Analyze). Con los datos en mano, se buscan las causas profundas del problema a solucionar.
- Diseñar (Design). Es fundamental basarse en los parámetros identificados durante las fases anteriores para conseguir los objetivos marcados.
- Verificar (Verify). Consiste en comprobar si el proceso se está desarrollando según lo previsto.
Usos y beneficios del ‘Six Sigma’
El concepto Six Sigma y los cinco pasos que propone para organizar el trabajo aportan múltiples ventajas a las empresas que lo adoptan:
- Mayor eficiencia. Six Sigma aspira a alcanzar una efectividad del 99,99966%, es decir, a que solo 3,4 productos de cada millón llegue al cliente con algún defecto.
- Control de las actividades. Al establecer variables para medir lo que ocurre en la empresa, esta metodología hace un seguimiento de los procesos de la compañía en pos de la excelencia.
- Incremento de la productividad. Involucrar a todas las áreas del negocio en la búsqueda de la mejora continua puede impulsar el rendimiento de múltiples departamentos.
- Resolución de problemas estructurales. Se identifican las áreas de mejora y se implementan soluciones para superar posibles fallos.
Ejemplos de ‘Six Sigma’
Existen diversas formas de aplicar el modelo Seis Sigma en una empresa logística a fin de mejorar su funcionamiento. Una de ellas es tratar de acortar los tiempos de respuesta a las solicitudes o reclamos de los usuarios.
Así, se recomienda registrar las quejas presentadas por los clientes, analizarlas e identificar cuánto tiempo se está tardando en resolverlas. Para ello, pueden colocarse en una tabla y categorizarse, incluyendo igualmente el origen del problema. Una vez recopilados estos datos, es fácil determinar cuáles son los principales defectos y las áreas de mejora.
Las empresas dedicadas al comercio y a la distribución también pueden lograr un control y optimización de todos sus procesos y recursos del almacén mediante el uso de un software de gestión. Por ejemplo, Easy WMS, el sistema de gestión de almacenes de Mecalux, garantiza la trazabilidad total de los productos en tiempo real para disminuir los errores y potenciar la productividad.
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