Logística de gran consumo: ¿cómo optimizarla?

El sector del gran consumo protagoniza algunos de los mayores desafíos logísticos de la actualidad debido al auge del comercio electrónico, la digitalización de las cadenas de suministro y la expansión de las estrategias omnicanal. 

¿Qué es el gran consumo?

El gran consumo lo componen aquellos artículos que se venden rápidamente, a un precio bajo y se consumen de forma masiva. Empleados por la inmensa mayoría de población a diario, pasan poco tiempo en los lineales debido a su alta demanda por parte de los consumidores o a sus cortas fechas de caducidad. Además se compran con frecuencia, se terminan deprisa y se venden en altas cantidades. A su vez, el sector del gran consumo engloba a las compañías encargadas de producir estos artículos tan utilizados.

¿Qué se considera un producto de gran consumo?

Por lo general, los productos de gran consumo, también conocidos como fast moving consumer goods (FMGC) pueden incluirse en tres categorías principales:

• Alimentación y bebidas. Los alimentos frescos, la comida preparada, los lácteos, la repostería y las bebidas con y sin alcohol se consideran productos de gran consumo. 
• Cuidado e higiene personal. Del mismo modo, los jabones, champús, dentífricos y cosméticos que se utilizan en el día a día son artículos de gran consumo. Algunos medicamentos de uso extendido y que pueden conseguirse sin receta como la aspirina también forman parte de esta categoría. 
• Limpieza y artículos del hogar. Los detergentes, limpiacristales, fregasuelos e insecticidas son muy demandados, lo que los convierte en fast movers.

¿Cómo es la gestión de inventario en gran consumo?

Acercar este tipo de productos a los puntos de venta siempre ha sido un reto, pero en un contexto en el que el comercio electrónico está al alza y los hábitos de los consumidores se están transformando, las compañías deben ser ágiles para seguir resultando competitivas. Estos son algunos de los desafíos a los que se enfrentan cada día las empresas de gran consumo:

• Tasa de rotación muy elevada. Las empresas que trabajan con productos de gran consumo o de alimentación necesitan llevar a cabo una rotación de inventarios muy alta. El objetivo es que pasen el menor tiempo posible en las estanterías, por lo que toda la mercancía debe rotar cada pocos días para mantener su frescura. Tal requerimiento obliga a que esta sea fácilmente accesible a fin de acelerar la preparación de pedidos.
• Tiempos de entrega cada vez más cortos. La alta demanda que caracteriza a estos artículos, su condición de productos perecederos y las expectativas crecientes de los usuarios provocan que las compañías compitan por ofrecer tiempos de entrega cada vez más breves, incluso en el mismo día. 
• La trazabilidad como necesidad. Rastrear el origen, los pasos intermedios y el destino de cada producto alimentario o sanitario es crucial en la industria del gran consumo. Esta tarea es fácilmente abordable mediante el uso de un software de gestión de almacenes como Easy WMS.

En consecuencia, numerosos negocios están invirtiendo en tecnologías de automatización y métodos digitales de previsión de la demanda para anticiparse al comportamiento de los consumidores y a sus preferencias.

Métodos recomendados para almacenar productos de gran consumo

Las empresas de gran consumo deben aprovechar técnicas de gestión de inventario como el just-in–time, el dropshipping y el método ABC, que ordena las distintas mercancías dentro del almacén a partir de su relevancia para el negocio, de su valor y de su rotación. Además, pueden seguir el ejemplo de compañías que se sirven de estanterías compactas, almacenes automáticos y software logístico para agilizar la distribución y el picking de sus productos de gran consumo.

• Pallet Shuttle. El sistema de almacenaje por compactación Pallet Shuttle, compuesto por carros con motor eléctrico que se desplazan sobre carriles para realizar la carga y descarga de palets, ayuda a trabajar con volúmenes elevados de mercancía con rapidez.
• Transportadores. Otra técnica que utilizan los distribuidores de gran consumo es conectar los muelles de carga con las estanterías a través de transportadores. De esta manera, la entrada y salida de mercancía se efectúa de forma automática y los operarios pueden centrarse en otras labores. Mayoristas como el francés Firat Food, dedicado a la alimentación y las bebidas, ya lo emplean.
• Estanterías compactas drive-in. Uno de los productos más consumidos en la cadena de supermercados argentina Coto son las bananas verdes. A fin de acceder a ellas con prontitud, la empresa instaló estanterías compactas drive-in ya que, además de proporcionar una gran capacidad de almacenaje, dan cabida a un mayor número de artículos de alta rotación.
• Estanterías dinámicas. Son ideales para productos de alta rotación como patatas y cebollas. Están compuestas por un conjunto de canales de rodillos ligeramente inclinados en los que la mercancía se desplaza por gravedad. Pons Químicas, especializada en productos de limpieza para el hogar y el ámbito profesional, también las utiliza en su centro de fabricación de Jávea (España).
• Estanterías push-back. Los productos de rotación media también están sujetos a entradas y salidas de mercancía durante la jornada, aunque de modo menos intensiva. Así, Coto almacena las patatas, zanahorias, calabazas, cebollas y remolachas en estanterías push-back. Cuando se retira un palet, los posteriores avanzan por gravedad hasta la primera posición, lo que asegura su rotación. El fabricante de bebidas italiano Abafoods las emplea en su almacén de Badia Polesine.
• Estanterías de paletización convencional. La multinacional fabricante de productos de gran consumo Unilever, detrás de marcas líderes como Axe, Dove Hellmann’s, Rexona, Knorr, Omo y Tresemmé, dispone de una capacidad de almacenaje de 83.569 palets en su enorme centro de distribución de 67.320 m² ubicado en la ciudad de Pouso Alegre (Brasil).

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