Argelia ha vivido en 2003 un crecimiento económico sin precedentes. Confortada por sus renovados lazos con Francia su puente a Europa se afana en un constante construir y reconstruir mientras su economía sigue amparada en los preciados tesoros de su subsuelo, los hidrocarburos. Su bonanza de los últimos meses no ha pasado desapercibida a más de un empresario español.
Las historia más reciente de Argelia es la de un país joven obligado a construir muchas cosas al mismo tiempo: su democracia, sus instituciones, su economía, sus empresas, su sistema legislativo y sus relaciones comerciales. Construir y reconstruir, crear empleos para absorber el alto índice de paro, sacar adelante grandes infraestructuras y remodelar las más obsoletas. Y todo a marchas forzadas porque la población viene detrás apretando. Desde la Independencia de Argelia, en 1962, la cifra de habitantes se ha triplicado superando ya los 30 millones.
En este proceso de edificación, el segundo mayor país africano en extensión su superficie cuadriplica la del Estado español ha sido blanco de muchas desgracias. Durante años y años sufrió la lacra del terrorismo, que ha mermado mucho sus lazos con otros países europeos, pero también el éxodo rural, las largas sequías y el terremoto de mayo de 2003.
Todos estos factores se han cebado con la economía nacional. Sin embargo, no deja de ser un país solvente por poseer recursos energéticos y otro medios potenciales para su desarrollo aunque haya ofrecido siempre una imagen de fragilidad coyuntural. El
Por suerte, el año 2003 fue un año de bienes para Argelia en muchos sentidos. La economía creció de manera insospechada espoleada por el alza del crudo a nivel mundial y una racha de buenas cosechas en el campo. También coincidió con el renacer de las ya tradicionales relaciones franco-argelinas, tras la aclamada visita del presidente Jacques Chirac a Argelia, en marzo de ese mismo año.
Superado el bache de 2000 y 2001, el año 2002 ya empezó a arrojar tasas de crecimiento económico de un 4,1%. El año 2003 se saldó con un 5,2%, lo que situaría esta cifra entre las diez primeras del mundo al término del pasado ejercicio. No olvidemos que el 5,2% de crecimiento se hubiera quedado en sólo un 3% sin la aportación de sus hidrocarburos.
Una locomotora llamada hidrocarburo
La crisis vivida en Venezuela y la guerra de Iraq elevaron el valor del crudo un 40% durante el primer semestre de 2003, trayendo vientos favorables para la economía de Argelia. No hay duda de que la locomotora de arrastre se llama hidrocarburo. Estos productos energéticos petróleo y gas natural suponen el 96% del total de las exportaciones, se aproximan al 50% del PIB y aportan más del 60% de los ingresos fiscales del Estado argelino, según datos del último año. Son los que han llenado las reservas del país.
Si la producción de petróleo argelino es modesta en comparación con los grandes productores de crudo en el mundo, la de gas natural es fabulosa, con 4.500 billones de m3 de reservas y una producción bruta anual que rebasa los 130.000 millones de m3. Por eso, Argelia es también el país de los oleoductos y gaseoductos, de los que podemos destacar dos: el gaseoducto mediterráneo que le une con Italia, y el que enlaza con España.
En cuanto a importaciones, más de un 60% de los productos que consume el país proceden de la Unión Europea, especialmente bienes de equipo y de construcción, imprescindibles para un país que está pegando su estirón. Los mercados donde Argelia se abastece más asiduamente son Francia (22,4%), Estados Unidos (11,5%), Italia (9,8%), Alemania (7,0%) y España (6,7%), según datos del ICEX; este cuarteto atesora casi el 50% de las compras argelinas, aunque en el último año este porcentaje se haya reducido sensiblemente.
Una radiografía de los sectores productivos en Argelia indica que el primario ocupa al 24% de la población activa y aporta algo más del 8% del PIB, aunque siempre es esclavo de las variaciones de la pluviosidad. Las precipitaciones en los últimos años han sido más generosas con el campo argelino, a la vez que se advierte que la eficacia de las explotaciones ha aumentado considerablemente.
El cuanto al mapa industrial de Argelia, se observa que el tejido básico lo forman 150 empresas públicas que en su día se agruparon en holdings pero que, desde septiembre de 2001, son grupos industriales cuya forma jurídico-financiera aún se está discutiendo. Sobresale especialmente el núcleo siderúrgico ubicado en el complejo del El Hadjar (cerca de la ciudad de Annaba), capaz de producir 2,2 millones de t de acero al año.
Relanzamiento de las Obras Públicas
Los grandes proyectos de infraestructuras ya en marcha responden a una gran necesidad de modernizar las vetustas redes que datan de la época colonial. Con este fin el Gobierno argelino creó el Plan de Relanzamiento Económico 2001-2004, que está tocando a su fin con buenos pero insuficientes resultados para un Estado de 24 millones de km2 de superficie en estado algo precario.
Actualmente están siendo adjudicados ciertos tramos de la autopista este-oeste, que unirá Marruecos y Túnez a través del territorio argelino. Otra autopista de circunvalación será construida en Argel para descongestionar el corazón de la ciudad, pero aún se buscan fuentes de financiación. Tampoco es muy precisa en estos momentos la procedencia del capital para construir la famosa autopista transahariana, prevista entre Argel y el sur del país, al igual que se desconoce todavía quién va a rehabilitar la mitad de la red terrestre actual y otras redes urbanas.
En el mundo de la aviación quizá el proyecto estratégico del aeropuerto de Argel sea uno de los de mayor calado, coincidiendo con la modernización de la flota de Air Algérie, ahora que se han retomado buen número de vuelos hacia Europa. Recordemos que Air France retiró su flota de aviones de Argelia ante la amenaza terrorista; desde 2002 vuelve a funcionar con toda normalidad y, además, su retorno ha servido de ejemplo a otras aerolíneas, como British Airways, que van a operar por primera vez en el país.
Las infraestructuras del transporte son sólo un capítulo del citado Plan. El agua bien caprichoso en Argelia obliga a invertir unos 4.000 millones de dólares (3.317 millones de euros) para sanear unas instalaciones pasadas de moda. Muchos núcleos de población tienen verdaderos problemas de abastecimiento, evacuación y, por descontado, de tratamiento de aguas usadas. Ni la red está a la altura de un país castigado por la sequía ni el mantenimiento de tantos años ha sido el correcto: es alarmante que el agua despilfarrada alcance un 40%.
Por fortuna, ya se prevén reservas, conductos, plantas de tratamiento, estaciones de depuración, y todo dentro del plan 2001-2015 que destinará hasta 4.000 millones de dólares (3.314 millones de euros) a esta causa. Hasta el momento, lo que sí es una realidad es la gran cantidad de proyectos para desalinizar el agua del mar, algunos liderados por filiales de compañías francesas, como son Sonatrach y Sonelgaz. Por poner un ejemplo, la planta de Hamma, en Argel, proyecta alcanzar para finales de 2005 una capacidad de producción de agua desalinizada de 200.000 m2/hora. Otras fábricas de similar capacidad serán construidas también en las ciudades de Skikda y Orán.
El abrazo francés, el abrazo de Europa
Argelia sigue teniendo en Francia un socio tradicional y, por extensión, en Europa. La afinidad de uno y otro ha quedado refundida con un nuevo abrazo de las relaciones comerciales en 2003. El presidente de la república argelina, Abdelaziz Bouteflika, reelegido recientemente, sabe que ese puente a Europa ha quedado restaurado en un momento dulce para el país, a punto de ingresar en la Organización Mundial del Comercio (OMC) y recién integrado en la Unión del Magreb.
El propio Chirac ha podido comprobar con sus propios ojos el empeño de un país por desquitarse de su pasado y empezar a mirar el futuro con esperanza. Vivienda y agua son los aspectos quizá más urgentes que instan a las empresas francesas a una actuación rápida sobre el terreno; en este sentido, Saur y la Société des Eaux de Marseille están operando ya en las urbes de Argel y Orán gracias a una partida del Banco Mundial.
En la construcción de alojamientos (la tasa de ocupación es de 7,3 personas por vivienda) las constructoras francesas están muy fuertes pero se tienen que medir con rivales asiáticos muy competitivos. Para las arcas argelinas compensar esta carencia de vivienda supone otro de los grandes desembolsos; sólo en 2002 se destinaron 300 millones de euros a este fin.
En la actualidad, determinados acuerdos marítimos, aéreos y de transporte por carretera están pasando por una revisión bilateral mientras París no quita ojo a las empresas nacionales involucradas en Argelia, sobre todo las que lideran las obras de mayor envergadura. Es el caso de las sociedades CMA-CGM y Sud Cargos, que están levantando puertos secos próximos a la capital, Argel.
En Europa, Argelia demostró la fuerza de sus hidrocarburos en la década de los setenta. Hace dos años, las relaciones argelino-europeas se materializaron en un acuerdo de asociación, muy centrado en los famosos gaseoductos que enlazaban con España e Italia. Pero el camino argelino hacia Europa se allanó definitivamente en los noventa con la liberalización de su comercio exterior, momento en el que intentó hacerse un sitio en la zona de intercambio creada entre 12 países miembros del área mediterránea y todos los Estados que integren la UE para 2010.
Un hecho que ha venido a facilitar desde 1992 las relaciones entre Argelia y Europa ha sido el diálogo 5+5, también conocido como Proceso de Barcelona. Consiste en una fórmula entre cinco países de la órbita mediterránea (Marruecos, Argelia, Libia y Mauritania) y otros tantos europeos (España, Portugal, Francia, Italia y Malta). Esta asociación, además de propósitos económicos, persigue otros de carácter social, político y migratorio. El presidente Bouteflika no ha abandonado nunca un programa de acción exterior que le ha reportado muchos éxitos: "
Ahora, Argelia está recuperando gradualmente la posición internacional que había perdido durante la última década"
, asevera el representante de la Embajada argelina Azeddine Riache.
Seguridad para el empresario español
Por falta de información, Argelia era un lugar prácticamente desconocido para las empresas españolas en los años ochenta. Hace veinte años, nuestros empresarios estaban más pendientes de Latinoamérica o preferían aproximarse al vecino Marruecos, que ha resultado siempre más cercano, a pesar de que Madrid està a sólo 60 minutos en avión de Argel. Azeddine Riache explica cómo las empresas cambiaron su estrategia a mediados de los noventa trasladando su interés al área de influencia mediterránea. Desde entonces se puede decir que
las relaciones son estrechas y excelentes entre ambos países, acentúa Riache.
"
Las sociedades españolas que han penetrado hasta ahora en el mercado argelino no muestran ninguna agresividad, ni compiten tanto entre sí, como ocurre en el caso de las firmas francesas, alemanas o italianas", observa el diplomático. Lo cierto es que el país destila un aire de estabilidad en su política y su economía que da mucha seguridad al empresario español y le anima a plantearse negocios.
¿Posibilidades de inversión en tierras de Argelia? Azeddine Riache enumera un sinfín: "
Particularmente en el sector agrícola, hidráulico, turismo (management y construcción), pesca, medio ambiente, energías renovables, telecomunicaciones y el sector financiero (bancos), construcción naval para la pesca, material de transporte, equipamiento para la industria agroalimentaria y productos farmacéuticos, entre otros sectores"
.
A su vez, Argelia es un importante foco exportador hacia España y lo será aún más de ahora en adelante de productos químicos, agrícolas, derivados de la pesca, manufacturas textiles y artículos de piel, principalmente.
El futuro sonríe a Argelia desde lo lejos. Las reformas emprendidas llevan buen rumbo, o al menos esa es la versión más actual de los analistas. Azeddine Riache recuerda perfectamente que España también logró el milagro económico en su día y concluye: "
Creo que el éxito de la economía española se ha debido a una política diseñada a través de las pequeñas y medianas empresas. Nosotros intentaremos continuar esa misma línea, seguir la experiencia española y alcanzar, de aquí a diez años, los frutos que todos estamos esperando".
PERFIL DE ARGELIA
Forma de Estado: República parlamentaria
Jefe del Estado: Abdelaziz Bouteflika
Primer ministro: Ahmed Ouyahia
Capital: Argel
Superficie: 2.381.741 km2
Población: 30.480.793 habitantes
Densidad demográfica: 12 hab/km2
Población urbana: 56%
Principales ciudades: Argel, Setif, Orán, Constantina, Blida y Annaba.
Religión oficial: Predomina el Islam (98%) y el resto son minorías cristiana y judía.
Lenguas oficiales: El árabe es la lengua nacional, pero convive con lenguas bereberes. Se acepta el francés como lengua de trabajo.
Fuente: ICEX
PIB EN PORCENTAJE DE ARGELIA POR RAMAS DE ACTIVIDAD
Agricultura 8,1%
Hidrocarburos 40,8 %
Industria 7,3 %
Construcción y obras públicas 8,6 %
Administración pública 10,6 %
Otros servicios 18,7 %
Impuestos y derechos de aduana 5, 9%
Fuente: ICEX