Almacenes urbanos para acelerar la última milla
Los almacenes urbanos se han convertido en un actor clave para asegurar un servicio logístico ágil en los núcleos urbanos. Estas instalaciones son centros logísticos ubicados cerca o dentro de las ciudades con el objetivo de estar próximos a los clientes y entregar los pedidos en el menor tiempo posible.
En este artículo analizamos la aparición de los almacenes urbanos, explicamos cuál es su papel dentro de la cadena de suministro y, sobre todo, desgranamos su diseño y organización con vistas a lograr la máxima eficiencia logística de estas instalaciones.
Características de los almacenes urbanos
Los almacenes urbanos son centros de almacenaje, preparación y distribución de pedidos que se sitúan dentro (o cerca) de las grandes ciudades con el objetivo de facilitar los envíos ultrarrápidos, uno de los pilares sobre los que se sustenta el comercio electrónico.
Un estudio reciente de Adobe señala que el comercio electrónico cuenta con una expectativa de negocio de más de 4,2 billones de dólares para 2021. El e-commerce exige agilidad en las operativas de almacenaje y limitar los costes en el transporte, preparación de pedidos y en la logística inversa para cumplir las demandas de los consumidores. El auge del comercio electrónico es uno de los principales motivos por los que los almacenes urbanos se han consolidado en la cadena de suministro actual.
Los almacenes urbanos se caracterizan por estar enclavados estratégicamente para la compañía, entre el centro de distribución y su grueso de clientes. Usualmente ligadas al e-commerce y al comercio B2C, estas instalaciones acostumbran a gestionar un elevado volumen de pedidos de poco tamaño (en cajas, bandejas o paquetes individualizados). La limitación de metros cuadrados obliga a las empresas a plantear soluciones que optimicen sus recursos en el almacén y garanticen el éxito en la última milla logística.
No obstante, estas instalaciones también son útiles fuera del comercio electrónico. Los almacenes urbanos pueden emplearse en empresas del sector farmacéutico, alimentación o en tiendas físicas retail con un alto volumen de demanda. Un ejemplo de esto son las soluciones de micro-fulfillment dentro de las ciudades, muy populares en el sector retail, o los dark stores, almacenes emplazados en zonas urbanas que dan salida a los pedidos omnicanales de sus clientes.
Cómo diseñar y organizar un almacén urbano
El layout del almacén urbano está condicionado por el hecho de ubicarse cerca o dentro de las ciudades. La poca superficie de almacenaje disponible y el encarecimiento del metro cuadrado logístico en las zonas urbanas fuerzan a aquellas compañías que desean adquirir más espacio a crecer verticalmente, optimizando al máximo la capacidad de la instalación.
Los almacenes urbanos actúan como búfer logístico, almacenando la mercancía que se recibe desde el centro de distribución y expidiéndola directamente al cliente final. Por esta razón, estos almacenes acostumbran a habilitar sistemas de almacenaje para cajas o bandejas ―incluso de producto suelto― flexibles, y capaces de agilizar múltiples referencias en distintos niveles. Una de las soluciones más habituales son las estanterías de picking dinámico, que permiten gestionar elevados volúmenes de picking gracias a reducir el número de desplazamientos de los operarios.
Estos sistemas de almacenaje manuales pueden complementarse con dispositivos de asistencia al picking como picking por voz o pick-to-light, que facilitan las tareas de los operarios al indicarles paso a paso cómo preparar los pedidos. En aquellos almacenes urbanos con un alto volumen de pedidos, los sistemas de almacenaje manuales pueden sustituirse por soluciones automáticas como, por ejemplo, los miniload que, además de aprovechar el espacio, automatizan la extracción y depósito de productos, transportando el artículo directamente al operario.
Los almacenes urbanos tienden a segmentar las áreas de almacenaje por tipos de productos, por rotación o incluso por demanda. Es usual disponer de playas de almacén en donde la mercancía se almacena temporalmente en estanterías o directamente en el suelo. En consecuencia, es recomendable contar con un software de gestión de almacén (SGA), que automatice la gestión y ubicación de pedidos en base a un conjunto de reglas y criterios preestablecidos por el responsable logístico. Este programa de gestión digitaliza la recepción de mercancías desde el centro de distribución, así como la devolución de los pedidos, pues el software organiza su depósito en las estanterías o su posible reubicación en otro pedido aceptado.
Un SGA coordina todas las operaciones del almacén urbano con el centro de distribución, situado fuera de la ciudad. La sincronización entre la logística de ambas instalaciones simplifica el reabastecimiento del almacén urbano mediante pedidos internos, limitando el riesgo de roturas de stock que pueden dañar la competitividad de la empresa.
Además, un programa de gestión de almacenes como Easy WMS de Mecalux cuenta con funcionalidades específicas que agilizan la expedición y entrega de productos a los almacenes urbanos. Por ejemplo, el módulo Multi Carrier Shipping Software garantiza una gestión eficiente de la última milla logística ―el último tramo de transporte en la entrega del pedido―, unificando en una sola plataforma toda la comunicación con los diferentes carriers. Este software agrupa los pedidos por ruta o transportista, rebajando el impacto del transporte en el coste del pedido.
Pros y contras de los almacenes urbanos
Los almacenes urbanos son la solución ideal para asegurar el cumplimiento de los estándares de la logística e-commerce: envíos en 24 horas o menos y devolución de productos sin problemas. Estas instalaciones acercan los productos solicitados al cliente, favoreciendo si se diera el caso la gestión de su devolución para que esta resulte ágil y eficaz y limitando los costes de transporte. Un estudio reciente de la consultora Deloitte, que analizaba la distribución urbana de mercancías en la ciudad de Nueva York, demuestra que el establecimiento de almacenes dentro de las ciudades ayuda a reducir los costes de transporte de cada pedido. Así se describe en el informe de Deloitte: "En relación a los costes de entrega de la última milla, el disponer de un almacén en la ciudad supone una mayor ventaja competitiva a medida que el margen de entrega de pedidos se acorta (del mismo día a pocas horas)". Según este estudio, apostar por un almacén urbano es al menos un 22% más rentable. ¿Por qué? Estas instalaciones recortan los sobrecostes producidos por la última milla logística al permitir la organización eficiente de la expedición de pedidos en función de las rutas de transporte, acortando los tiempos de entrega y optimizando el recorrido del pedido.
Los almacenes urbanos son esenciales para alcanzar una perfecta experiencia de compra omnicanal: la instalación es capaz de dar cumplimiento a los pedidos e-commerce, ofrecer un servicio BOPIS y BORIS (buy online, pick up in store y buy online, return in stock) y de reabastecer en menos de 24 horas las tiendas físicas situadas dentro de la ciudad.
La posición estratégica del almacén urbano también es importante para disminuir el impacto de los pedidos devueltos en la organización: los artículos vuelven a la instalación, que almacenará temporalmente los productos o los redistribuirá en otros pedidos ya aceptados, todo ello sin necesidad de enviar la mercancía fuera de la ciudad.
Sin embargo, la implementación de estos almacenes dentro de la logística de la compañía supone una elevada inversión para la organización, pues el coste del metro cuadrado logístico aumenta a medida que los almacenes se aproximan a las grandes urbes.
En un contexto de aumento de la gestión de pedidos y de dificultad en adquirir más metros cuadrados logísticos, la solución pasa por crecer en altura e implantar soluciones de almacenaje que compacten la mercancía y aprovechen la capacidad máxima de la instalación, como los almacenes automáticos.
En definitiva, los almacenes urbanos son una posible solución al incremento de costes derivados de la gestión de pedidos e-commerce. En todo caso, cada empresa debe valorar qué beneficios puede obtener de redistribuir parte de su logística y situarla dentro de las ciudades, ya que el acercamiento a los clientes y la reducción de tiempos también va de la mano de mayores costes de almacenaje.
Almacenes urbanos: éxito para la última milla logística
Un estudio de la consultora Capgemini refleja que si no se refuerzan las operativas de la última milla esta puede provocar caídas en los beneficios que rocen el 26%. Una de las soluciones para paliar los efectos de esta etapa logística es centralizar parte o la totalidad de las etapas de envío y la gestión de la devolución de productos desde almacenes próximos a las urbes.
Estas instalaciones permiten acercar los productos a los clientes, rebajando los tiempos del transporte y facilitando tanto las entregas ultrarrápidas de pedidos como la devolución gratuita de productos, dos premisas básicas del comercio electrónico.
En Mecalux nuestra amplia experiencia en el diseño e implantación de almacenes cerca de las grandes urbes es reconocida en múltiples países. Si estás interesado en optimizar tu logística, no dudes en contactar con nosotros, un consultor experto te asesorará en la mejor solución para tu organización.