Tren logístico: ¿el paso previo a los sistemas de transporte automáticos?
Un tren logístico es un sistema de transporte que se emplea para mover grandes volúmenes de mercancía entre diferentes áreas del almacén.
No obstante, en instalaciones logísticas o centros de distribución con una alta densidad de entrada y salida de productos esta solución puede resultar insuficiente. En ese caso, se recomienda sustituir los equipos de manutención manuales por sistemas de transporte automáticos como transportadores para palets o electrovías.
Qué es un tren logístico
Un tren logístico es un equipo de manutención formado por un tractor de arrastre conducido por un operario y un conjunto de remolques conectados al tractor cuya capacidad de carga individual puede alcanzar los 2.000 kg. Habitualmente, se emplea para acelerar el recorrido de las existencias en distancias superiores a los 100 metros, agilizando el flujo de mercancías entre dos estaciones de trabajo distintas.
Estos sistemas de transporte logístico destacan por su versatilidad, ya que los remolques están disponibles en distintas configuraciones que se adaptan a cualquier necesidad. De este modo, pueden mover todo tipo de cargas dentro del almacén, desde palets, cajas y contenedores de grandes dimensiones hasta piezas o neumáticos.
Estas máquinas también se ofrecen con una configuración AGV filoguiada, donde se conserva el diseño del tractor de arrastre, pero se automatiza la dirección de la máquina al instalar en el suelo del almacén un hilo que emite un campo magnético. El hilo señala la trayectoria del recorrido y el tractor de arrastre lo sigue.
Ventajas (e inconvenientes) de un tren logístico
Un tren logístico es un equipo de manutención similar a una carretilla, pero con la diferencia de que puede mover un mayor número de palets en un mismo recorrido, gracias a que el tractor es capaz de arrastrar múltiples remolques simultáneamente. Esto supone una clara ventaja frente a otros equipos de manutención, limitados en general a la manipulación de una única unidad de carga.
En comparación al movimiento de mercancía con transpaletas o carretillas, esta solución posibilita:
- Transporte de grandes volúmenes de mercancía: un tren logístico permite mover un elevado volumen de carga entre diferentes áreas del almacén o estaciones de trabajo con la dirección de un solo operario o mediante una máquina filoguiada.
- Flexibilidad en el manejo de cargas: los trenes logísticos se conforman a partir de un tractor de arrastre y una combinación de diferentes remolques, que varían en función de las demandas de cada cliente. La configuración de los remolques abarca desde módulos donde ubicar un palet europeo convencional hasta otros con bastidor puente para mover mercancía almacenada verticalmente.
- Seguridad y ergonomía: estas máquinas cuentan con inmovilizadores, es decir, dispositivos de seguridad que impiden que el tren se mueva cuando los remolques no están bien colocados o elevados. Además, los mecanismos de elevación funcionan con un sensor de pie que facilita la ergonomía del operario.
Sin embargo, esta solución puede resultar ineficiente al aumentar la densidad de entrada y salida de existencias del almacén. Si bien la capacidad de carga de un tren logístico no es baja, sí es limitada y el flujo de mercancías que permite es siempre unidireccional, lo que resulta un inconveniente cuando se demandan altos niveles de productividad.
Trenes logísticos vs. transportadores automáticos
La principal diferencia entre un tren logístico y un circuito de transportadores industriales es el volumen de productos que pueden mover simultáneamente. Mientras que la capacidad de carga de un tren logístico está limitada a la del conjunto de los remolques que lo integran, sistemas como los transportadores para palets o los transportadores para cajas están diseñados para desplazar ininterrumpidamente un mayor volumen de mercancía.
Los transportadores facilitan un entorno de trabajo más seguro: los cerramientos industriales previenen la interacción entre maquinaría y operarios, lo que potencia la integridad del sistema, de la carga y, sobre todo, de los trabajadores. Sin embargo, los almacenes que operan con trenes logísticos, sean guiados por un operario o filoguiados, han de señalizar claramente el recorrido para evitar golpes y accidentes, ya que la zona por la que transita el vehículo es accesible para los operarios.
Tanto los transportadores como los trenes logísticos se caracterizan por su flexibilidad, pues ambos disponen de un amplio abanico de elementos que permiten configurar circuitos complejos, adaptables al layout del almacén y a cualquier demanda del cliente. Por el contrario, los trenes logísticos filoguiados en ocasiones pueden obligar a las compañías a rediseñar el almacén para concretar las rutas que han de seguir las máquinas, dentro y fuera de la instalación. Ante la necesidad de programar los recorridos, los transportadores para palets son una solución más productiva y económica: pueden mover mayores volúmenes de mercancía en un mismo recorrido con un mínimo mantenimiento.
De hecho, los circuitos de transportadores se pueden construir mediante módulos con rodillos, con cadenas o mixtos, en función del movimiento que se requiera de los palets. Además, ofrecen desde configuraciones simples, como plug & play, que se caracteriza por una gran facilidad de montaje al no necesitar ningún tipo de programación, hasta accesorios más complejos como mesas hidráulicas, elevadores de palets o retenedores de palets, entre muchos otros.
Además, mientras que el tren logístico tan solo actúa como transporte de mercancía entre dos estaciones de trabajo ubicadas al mismo nivel, los transportadores posibilitan acumular la carga o moverla entre diferentes alturas del almacén.
Por estos motivos, el transportador de palets es la solución ideal para un almacén cercano a las líneas de producción. Ese es el caso del nuevo almacén de Císter en Portugal, donde esta solución de transporte automático garantiza un movimiento constante entre las líneas de producción y el almacén con producto terminado, sin necesidad de destinar un operario al movimiento de mercancía. El software que coordina el transportador mueve la mercancía que sale de producción y le asigna una ubicación en el almacén automático. Con este movimiento automático de la mercancía se evita la posibilidad de que se produzcan cuellos de botella en las salidas de las líneas de producción.
Trenes logísticos vs. robots AMR
El tren logístico también se puede comparar, como sistema de transporte de mercancías, con los robots móviles, conocidos también como AMR por las siglas en inglés de Autonomous Mobile Robots. Estas máquinas son capaces de moverse por el almacén de forma autónoma, transportando mercancía sin necesidad de establecer un recorrido cerrado. Un sistema de control, integrado dentro del software de gestión de almacenes, dirige los movimientos del robot.
A diferencia de los trenes logísticos, estos robots se ocupan generalmente de mover cargas menos pesadas, aunque también existen modelos preparados para transportar mercancía paletizada. Por ejemplo, se emplean en almacenes e-commerce o en sectores como el de la logística farmacéutica, que trabaja con referencias de poco tamaño.
No obstante, los robots AMR, a pesar de estar en constante evolución, no cuentan con una tecnología tan consolidada como los sistemas de transporte automático. Esto implica que su implantación en un almacén aún supone una gran inversión, ya sea por adquisición de maquinaria o por las licencias de uso periódicas.
Tren logístico: solución simple para un problema complejo
Los trenes logísticos son una solución de transporte que puede ser eficaz para agilizar el movimiento de mercancías pero tan solo en ciertos contextos. Al fin y al cabo, suponen una evolución natural del transporte de mercancía mediante transpalet, un equipo de manutención manual muy empleado en la carga y descarga de camiones.
Sin embargo, en el mercado existen soluciones de transporte automático más eficientes y que, sobre todo, garantizan la máxima productividad en el abastecimiento a las estaciones de trabajo o a las líneas de producción. Sistemas como los transportadores automáticos son una solución flexible y adaptable a las demandas de cualquier almacén, dinamizando por completo el movimiento de mercancía a lo largo de la instalación.
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