Hoy se pueden fabricar estanterías convencionales especialmente altas, incluso por encima de los 40 m, aunque eso condiciona el tipo de máquina de manutención que se requiere para manejar la carga en estas instalaciones. En concreto, para estanterías de hasta 14 m de altura se pueden emplear carretillas trilaterales, mientras que, superada esta cifra, es necesario contar con transelevadores manejados mediante sistemas automatizados.
Erigir estanterías elevadas es una buena solución para optimizar la superficie de construcción, ya que se consigue una mayor capacidad en un espacio delimitado, sin perder, por ello, las ventajas del acceso directo a cualquier palet. Esta es la situación óptima en cualquier almacén.
Si el edificio ya está construido, su altura definirá los límites de las estanterías que se puedan utilizar. Si aún no está construido en el momento de planificar la instalación, se puede plantear hacerlo todo lo alto que se necesite e, incluso, optar por una solución autoportante (una excelente opción especialmente para los edificios de más de 15 m de altura).
Los almacenes autoportantes son edificios en los que la estructura está formada por las propias estanterías que, además de alojar la mercancía, soportan las paredes y el techo. Se trata de edificios integrales y muy robustos, ya que para su construcción se calculan los esfuerzos que tienen que soportar ante el viento, la nieve y los seísmos.
Almacén autoportante de fabricación y distribución de tecnología sanitaria | Interior de nave para producción y venta de productos cerámicos para la construcción |