En ruta hacia una logística verde
La búsqueda de una logística verde es una realidad que cada día gana más adeptos en la industria. Las empresas aspiran a reducir el impacto medioambiental del transporte y entrega de mercancía sin perder eficiencia en su cadena logística. Los consumidores, por su parte, demandan compañías sostenibles, pero sin sacrificar estándares de consumo consolidados como los envíos en 24 horas o la devolución gratuita de productos.
Los gerentes de logística tienen la responsabilidad de ofrecer un servicio de calidad y, a la vez, velar por un mundo más verde y sostenible. La planificación de rutas de entrega o el reciclaje de materiales en la operativa de packaging son solo algunas de las medidas para disminuir la huella de carbono de la logística en el mundo actual.
Un estudio de la consultora Ernst & Young muestra la necesidad de promover una logística verde en las compañías: “Más del 90% de las emisiones de gases de efecto invernadero de una organización y entre el 50% y el 70% de los costes operativos son atribuibles a las cadenas de suministro. Más allá de evitar riesgos y cumplir con las normativas vigentes, las organizaciones buscan formas de crear valor a largo plazo integrando la sostenibilidad en las operaciones de la cadena de suministro”.
¿Qué es la logística verde?
La logística sostenible engloba un conjunto de prácticas que buscan limitar el impacto medioambiental de operativas como el transporte o el almacenaje, a la par que optimizar tiempos y costes. Como se explica en el artículo académico Green logistics and circular economy, “la logística verde trata de garantizar que los procesos logísticos se lleven a cabo correctamente, minimizando al mismo tiempo su impacto adverso en el entorno natural”.
El concepto de logística verde es clave en el desarrollo de una economía circular, un modelo de producción, distribución y consumo que aspira a reciclar y reutilizar materiales para alargar su utilidad el máximo tiempo posible y generar menos residuos.
Estas son las principales finalidades de la logística verde:
- Conocer y cuantificar la huella de carbono en las distintas operaciones logísticas. Medir el impacto medioambiental de la cadena de suministro permite a las empresas impulsar acciones que rebajen la emisión de gases de efecto invernadero.
- Planificar las operativas para asegurar un uso sostenible de los recursos. La logística verde se fundamenta en el diseño de planes logísticos y de transporte que optimizan la utilización de combustible, vehículos o contenedores. El descenso de la contaminación que causan los movimientos de mercancías puede lograrse integrando estrategias como el transporte intermodal o los camiones eléctricos en la planificación logística.
- Impulsar la sostenibilidad en toda la cadena de suministro. La logística verde no es eficiente si solo se establece en uno de los eslabones de la cadena. La sostenibilidad ha de tenerse presente en todas las fases: desde el diseño del producto y la distribución de materiales hasta la entrega de la mercancía al cliente final.
Procesos involucrados en la logística verde
La logística verde persigue un doble objetivo: reducir el impacto medioambiental de las operativas sin perder competitividad.
Una fase básica de la logística sostenible es el transporte, tanto en el abastecimiento de materias primas a los centros de producción como en la posterior distribución de pedidos al cliente final. Para restringir la huella de carbono en el transporte es necesario, por ejemplo, planificar rutas que agilicen el movimiento de mercancías. Una correcta gestión de flotas limita la contaminación del transporte y promueve la eficiencia al evitar vehículos parados en patios y muelles de carga.
Optimizar la gestión del almacén, además de incrementar su rendimiento, potencia la logística verde. Una instalación con un menor índice de errores en la preparación y consolidación de pedidos minimiza el número de devoluciones de productos, uno de los procesos más costosos en los almacenes.
La logística verde también conlleva disminuir el uso innecesario de materiales en la expedición de pedidos. La implementación de un programa logístico que guíe a los operarios en procesos como el envasado, etiquetado o embalaje aumenta la productividad y combate el riesgo de error en el almacén.
Diferencias entre logística verde e inversa
La logística inversa y la logística verde son dos términos que guardan relación entre ellos, si bien pueden confundirse. La logística inversa integra aquellas operativas que se efectúan cuando se devuelve un pedido. En cambio, la logística verde es el conjunto de prácticas que buscan aminorar el impacto medioambiental sin menoscabar la eficiencia en el servicio al cliente final.
Ambos conceptos están interconectados porque es imposible una gestión sostenible sin una práctica eficiente de la logística inversa.
La principal diferencia entre la logística inversa y la verde es que la inversa comprende solo los métodos de aprovechamiento de materiales durante la devolución de productos, mientras que la verde conlleva un enfoque más a nivel global: su propósito es implementar prácticas a lo largo de la cadena de suministro para limitar la huella de carbono de las empresas y promover operativas más sostenibles.
La tecnología incentiva la logística verde
Según un estudio de la consultora norteamericana McKinsey Embracing technology and sustainability in freight transport, las nuevas tecnologías desempeñarán un papel decisivo en el camino hacia una logística verde. “La rápida descarbonización del transporte obligará a los líderes del sector a replantearse sus inversiones en infraestructuras a largo plazo, adoptando tanto sus postulados tecnológicos como sostenibles”.
Innovaciones como la automatización de procesos logísticos ―o la digitalización mediante un software de gestión de almacenes (SGA)― eliminan el riesgo de error en operativas como el movimiento de mercancías, la preparación de pedidos o la carga de camiones. El descenso de fallos repercute en un menor impacto de las devoluciones de producto en el almacén y, en consecuencia, contribuye a impulsar la sostenibilidad de las compañías.
La logística verde está en constante evolución. Ejemplo de ello son soluciones como los camiones eléctricos o los programas de gestión de rutas. “Ahora es el momento de introducir innovaciones ―como los vehículos eléctricos, las infraestructuras de recarga y las pilas de combustible de hidrógeno― para mejorar la sostenibilidad y la resiliencia del transporte de mercancías”. El objetivo, afirman los autores del informe de McKinsey, es “recortar el enorme impacto medioambiental del sector y proteger las infraestructuras de los efectos del cambio climático”.
Logística verde: sostenibilidad y eficiencia para la cadena de suministro
La logística verde abarca el conjunto de acciones, prácticas y estrategias encaminadas a mantener un equilibrio entre sostenibilidad y productividad en operativas como el almacenaje o el transporte de mercancías.
Cada vez más compañías están incorporando la sostenibilidad como un pilar de su estrategia empresarial. Y es que la logística verde puede suponer una ventaja competitiva. La automatización y la digitalización del almacén promueven procesos más verdes y sostenibles sin restringir la calidad del servicio. En Mecalux disponemos de un amplio abanico de soluciones automáticas y digitales que potencian la logística de las empresas. Contacta con nosotros y un consultor experto te asesorará acerca de la mejor solución para tu organización.