10 objetivos de la logística y cómo alcanzarlos
Los objetivos de la logística engloban la planificación, gestión y control eficientes del almacenamiento y envío de bienes. Para optimizar los procesos que conforman la cadena de suministro, las empresas deben tener en cuenta diez aspectos clave a la hora de maximizar los resultados.
¿Cuáles son los objetivos de la logística?
La logística no es un apartado aislado de un negocio, sino un proceso global de generación de valor. El éxito de una operación comercial se sustenta en la logística que hay tras ella. En este contexto, es fundamental comprender 10 de los objetivos básicos de la logística, pilares clave para asegurar la eficiencia y la competitividad que cualquier empresa debería tener presentes.
Objetivo 1: aumentar la competitividad
El primer objetivo de la logística es hacer que una empresa sea más competitiva. Esto se consigue asegurando la rapidez en las entregas y la calidad en la información que reciben las partes implicadas en el proceso logístico. Cada vez más empresas incluyen sus capacidades logísticas en las propuestas de valor que presentan a sus clientes, en especial en el caso del sector retail y de las marcas de moda.
El auge del comercio electrónico y los envíos en 24 horas han generado una mayor competencia para hacer llegar los pedidos en menos tiempo y dar las mayores facilidades posibles a los clientes online. Establecer puntos de recogida distintos al hogar del destinatario es un ejemplo de esta tendencia.
Objetivo 2: anticipar las necesidades
Tan necesario como ser competitivo en la distribución de mercancía es hacer una buena previsión de las necesidades de los consumidores. Abastecerse del producto requerido en las cantidades correctas puede marcar la diferencia entre el fracaso y el éxito de un negocio. Para llevar a cabo una logística de aprovisionamiento eficiente es esencial sincronizar la información entre almacén y puntos de venta.
Las empresas con un centro de distribución y diferentes puntos de venta pueden instalar herramientas digitales como Store Fulfillment para gestionar la reposición de los artículos de forma automática. Esta solución conoce la cantidad de stock disponible en los puntos de venta y organiza las reposiciones para mantener los niveles de inventario suficientes y no perder oportunidades de negocio.
Objetivo 3: calcular un stock óptimo
Anticiparse a las necesidades no debe traducirse en caer en el sobrestock. En logística conviene mantener unos niveles de stock adecuados para evitar la obsolescencia de los artículos. Adoptar una estrategia just-in-time puede ser beneficioso para las empresas, pero también requiere una planificación muy exigente.
Ante este reto, contar con un sistema de gestión de almacenes (SGA) como Easy WMS permite hacer un seguimiento del estado del stock en tiempo real y garantizar la trazabilidad del flujo de productos.
Objetivo 4: fortalecer la relación con clientes y proveedores
Uno de los principales objetivos de la logística es conservar y ganarse la confianza de clientes y proveedores. Conseguir los resultados pactados, garantizar las entregas a tiempo, resolver las posibles incidencias y mantener abiertos canales de comunicación puede marcar la diferencia respecto a los competidores. Además, según el economista Philip Kotler —considerado el padre del marketing moderno— conseguir un nuevo comprador es más costoso que retener a uno ya existente.
Objetivo 5: cuidar la atención al consumidor
Hay que cuidar el producto final, pero también la experiencia de compra al completo, desde el primer contacto telefónico o el impacto inicial en una web hasta la recepción del pedido. Según el estudio de Capgemini 'Last mile delivery challenge', el 55% de los clientes cambiarían de marca si otra les ofreciera un servicio de entrega más rápido. La logística es uno de los aspectos que más influye en la percepción global del cliente online y su mala gestión puede llegar a eclipsar al producto de mayor calidad.
Un picking eficiente y una reducción en los tiempos de preparación de pedidos contribuyen a cumplir con las expectativas de los usuarios. Los almacenes de comercio electrónico, por ejemplo, pueden optimizar sus operativas logísticas con software SGA específico para e-commerce.
Objetivo 6: optimizar los costes operativos
La logística no debe interpretarse como un gasto fijo que la empresa tiene que sufragar, sino como una oportunidad para mejorar procesos. Ser previsor y cumplir con los plazos de entrega evita recurrir a envíos urgentes. Asimismo, los errores a la hora de preparar los pedidos y gestionar las expediciones suponen un coste añadido al tener que devolver y enviar de nuevo la mercancía.
Para optimizar las operativas de la cadena de suministro, las compañías suelen recurrir a los datos. Gracias a la información recogida, pueden tomar decisiones más acertadas con facilidad. Con herramientas como Supply Chain Analytics Software, las empresas pueden comparar estadísticas y detectar ineficiencias y oportunidades de mejora.
Objetivo 7: planificar las mejores rutas
Dedicar recursos a escoger la mejor ruta de reparto posee múltiples ventajas. Entre otras, previene atascos y otros contratiempos, facilita el control de la ubicación de conductores y vehículos y permite hacer que la mercancía llegue a tiempo y en las condiciones idóneas.
La utilización de un software de gestión de rutas avanzado ayuda a planificar recorridos óptimos, considerando factores como la distancia, el tráfico, las restricciones de peso o tamaño y los horarios de entrega.
Objetivo 8: velar por la eficiencia de los procesos
La logística aspira a lograr la eficacia en cada área productiva. Para alcanzar el máximo potencial, es aconsejable evitar la duplicidad de tareas, la mala gestión de los recursos, la excesiva burocracia o las lagunas productivas.
Es conveniente implementar acciones correctivas y dejar a un lado las estrategias obsoletas. También es recomendable adoptar sistemas automatizados y explorar otras innovaciones como las tecnologías de seguimiento, el almacenamiento de información en la nube, los lectores de mano y escáneres industriales, así como las etiquetas inteligentes o la visión artificial.
Objetivo 9: aportar valor social
Mantener las cadenas de suministro activas es básico para el correcto funcionamiento de la economía, por lo que la logística está estrechamente ligada a la sociedad. Cuanto mejores sean las infraestructuras, más fácil será el crecimiento económico de una región.
Otra situación en que la logística aporta valor social son las catástrofes humanitarias. Una buena red permite enviar ayuda y recursos de rescate a las zonas afectadas por desastres naturales o guerras.
Objetivo 10: cuidar del medio ambiente
El sector logístico se encuentra inmerso en un proceso de cambio con vistas a convertir su actividad en más respetuosa con el medio ambiente. La logística sostenible, también conocida como logística verde, engloba un conjunto de prácticas que buscan limitar el impacto medioambiental de operativas como el transporte o el almacenaje, a la par que optimizar tiempos y costes.
Un ejemplo es la normativa Euro 7, que entrará en vigor para turismos y furgonetas a partir de 2027 y obligará a rebajar aún más las emisiones de estos vehículos.
Indicadores para alcanzar objetivos
Es aconsejable que las compañías lleven a cabo un plan de gestión para alcanzar los objetivos de la logística y, para ello, conviene establecer primero una serie de KPI. Los indicadores pueden estar relacionados con la producción, el almacenamiento e inventario, el abastecimiento, la preparación y expedición de pedidos, el transporte, las entregas y el servicio al cliente.
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