8 recomendaciones para optimizar el layout del almacén
Optimizar el layout de un almacén hace referencia al rediseño de la distribución de una instalación logística con el propósito de maximizar el aprovechamiento del espacio y agilizar las operativas que se llevan a cabo. Los cambios recientes en el mercado, como la expansión del comercio omnicanal, han obligado a las empresas a reorganizar el espacio de sus almacenes con el fin de preparar un mayor número de pedidos.
El layout del almacén se representa en un plano en el que se plasman las distintas zonas de la instalación y la ubicación de los sistemas de almacenaje con dos objetivos bien definidos: aprovechar al máximo el espacio disponible y mejorar el rendimiento de las operativas. Ahora bien, ¿cuándo debe optimizarse el layout del almacén? Aunque existen diversas respuestas, las más habituales son las siguientes: cuando la empresa necesita ampliar la capacidad de almacenaje, introducir una nueva operativa o en el momento en que su almacén se queda pequeño. Es entonces cuando la compañía se aboca al rediseño del almacén, redistribuyendo los sistemas de almacenaje para sacar un mayor partido al volumen disponible o valorando la posibilidad de automatizar procesos.
Cómo optimizar el layout del almacén: 8 consejos
Optimizar el layout de un almacén es una tarea compleja, ya que la empresa debe considerar factores como el espacio disponible, el número de artículos y su estacionalidad, las perspectivas de futuro o los equipos de manutención empleados. A su vez, la compañía debe priorizar el flujo operativo en el almacén al diseñar una instalación logística si quiere agilizar los movimientos de mercancía.
Con todos estos condicionantes, pueden plantearse tres diseños:
- Flujo en U. Es una excelente disposición para un almacén de cualquier tamaño. En este diseño, las áreas de carga y descarga se ubican en el mismo costado del almacén, pero separadas entre sí.
- Flujo en I. La recepción y las expediciones se realizan por los extremos opuestos del almacén, quedando la zona de almacenaje en el centro.
- Flujo en L. La zona de recepción de mercancías se sitúa en un lado del edificio, mientras que la zona de expedición, en el costado perpendicular. El resto del espacio del almacén está dedicado al almacenaje de la mercancía y a la preparación de pedidos.
Tomando estos tres diseños como base, llega el momento de optimizar el layout del almacén. Para ello, explicamos ocho consejos que tener en cuenta a la hora de rediseñar una instalación logística:
1. Analizar el rendimiento actual del almacén
El primer paso en la optimización del layout del almacén consiste en identificar y analizar los problemas de la instalación logística. Conocer las ineficiencias en el almacén es imprescindible para valorar oportunidades de mejora y tomar decisiones adecuadas. Así, por ejemplo, se puede detectar falta de flexibilidad para afrontar posibles cambios estructurales en el negocio como el aumento repentino de los pedidos.
Para analizar el rendimiento del almacén, es recomendable disponer de un software de gestión de almacenes (SGA) que evalúe los principales KPI logísticos. Easy WMS, el SGA de Mecalux, dispone del módulo Supply Chain Analytics Software, dedicado específicamente a estructurar la gran cantidad de datos que se generan en un almacén para convertirlos en información útil y mejorar la toma de decisiones.
2. Estudiar las necesidades del producto
Una vez se ha analizado la situación del almacén, el siguiente paso es estudiar el tipo de producto disponible y los requerimientos de la empresa. Este proceso tiene mucho peso a la hora de optimizar el layout del almacén porque algunas empresas necesitan una zona destinada a una operativa para un producto determinado. Un ejemplo de ello son las estaciones de VAS (value-added service), configuradas para transformar los productos y satisfacer peticiones específicas de clientes, como serigrafiar una camiseta con un mensaje personalizado.
El tipo de producto también puede influir en el layout cuando, por sus características, se almacena en unas ciertas condiciones, ya sea de seguridad, temperatura, etc. Este es el caso de los productos inflamables, farmacéuticos y alimentarios, entre otros.
Por último, el índice de rotación de cada producto también influye directamente en el diseño del almacén. Los productos más demandados se colocarán en zonas más accesibles del almacén y lo más cerca posible de los muelles de carga.
3. Escoger los sistemas de almacenaje adecuados
Elegir el sistema de almacenamiento adecuado es crucial para aprovechar el espacio del almacén y, al mismo tiempo, maximizar la productividad de las operativas logísticas. Llegados a este punto, la empresa se pregunta: ¿debería automatizar procesos en el almacén o mantener la gestión manual?
Influyen muchos factores a la hora de decidirse entre un sistema de almacenaje automático o manual. A pesar de que no existe ninguna regla exacta que determine cuál es la solución idónea, es aconsejable automatizar cuando se busca incrementar la productividad, sacar provecho de la superficie de almacenaje o mejorar la seguridad de los operarios, la mercancía y los sistemas de almacenaje.
Para tomar la decisión correcta, nada mejor que contar con el asesoramiento de un experto como Mecalux que ayude a la compañía a elegir el sistema de almacenaje que responda a las necesidades y condicionantes de cada instalación.
4. Delimitar las áreas del almacén
El siguiente paso para optimizar el layout del almacén consiste en planificar la distribución del espacio. Para maximizar el rendimiento de cualquier operativa es indispensable organizar bien el espacio disponible y destinar áreas a trabajos concretos.
Los almacenes acostumbran a contar con cinco zonas, cada una destinada a una operativa concreta: recepción de mercancías, almacenaje, preparación de pedidos, empaquetado y control de devoluciones. Todas estas áreas deben tener su espacio para asegurar el flujo de movimientos (por ejemplo, la zona de almacenaje y la de picking han de estar próximas para que nunca falte mercancía para el picking). En el diseño del almacén también tienen que considerarse otras áreas como las oficinas, los vestuarios o las líneas de producción.
5. Supervisar la actividad de los muelles de carga (Yard Management)
El yard management consiste en supervisar y analizar la actividad en los muelles de carga. Ahí se encuentra la playa del almacén, una de las áreas con mayor volumen de movimientos en un almacén y donde se deposita temporalmente la mercancía a la espera de ser transportada. Por ese motivo, tanto el layout como las operativas que tienen lugar en la zona de expediciones y de los muelles de carga deben estudiarse con detenimiento.
Gracias a una gestión correcta de los muelles, de la mano de un software de gestión, se mejoran los flujos de los vehículos de transporte. Todo ello con un único objetivo: evitar cuellos de botellas en las entradas y salidas del almacén. Para hacer una buena gestión de los muelles, las empresas suelen recurrir a la tecnología.
6. Implantar un sistema de gestión de almacenes
Digitalizar el almacén con la ayuda de un software de gestión es ideal para optimizar el layout. El sistema de gestión distribuye la mercancía en el almacén en base a reglas y algoritmos. De este modo, los desplazamientos de la mercancía, ya sea mediante equipos de manutención automáticos o manuales, resultan mínimos.
El SGA también hace una gestión del inventario muy precisa para asegurar la disponibilidad de la mercancía, trabajando con el stock mínimo operativo. ¿Cómo repercute el stock mínimo en el layout? Pues, evitando que el almacén tenga un sobrestock que ocupe un espacio innecesario y que este se pueda destinar a otros productos.
7. Reservar espacio para el crecimiento futuro
En el momento de rediseñar una instalación logística hay que tener en cuenta las perspectivas de futuro. De nada sirve reorganizar un almacén si, cuando aumenten las referencias o la demanda, haya que volver a modificarlo.
El almacén debe resolver las necesidades presentes y futuras de la compañía, o lo que es lo mismo, prever si se requerirá de un zona adicional de almacenaje, habilitar un espacio donde preparar más pedidos o ampliar la superficie destinada a la zona de muelles.
8. Simular digitalmente el funcionamiento del almacén
Otro recurso para optimizar el layout del almacén al que suelen recurrir las empresas es el de la simulación digital. Se trata de una estrategia empleada para diseñar y validar las soluciones de almacenaje antes de implementarlas en cualquier instalación logística.
Con un digital twin, se puede crear una réplica virtual del almacén a fin de simular cómo sería su comportamiento en un entorno real: los movimientos de los operarios, de los equipos de manutención y de la mercancía. La simulación es eficaz para, por ejemplo, introducir nuevos procesos en el almacén o mejorar operativas como la preparación de pedidos.
Rediseñar el almacén para adaptarlo al presente y al futuro
La optimización del layout del almacén juega un papel importante en el desarrollo y el crecimiento de cualquier empresa. Con un diseño óptimo, por ejemplo, se logra una mayor fluidez en los movimientos de la mercancía y, por tanto, se consiguen los objetivos marcados, como distribuir el mayor número posible de pedidos en el menor tiempo posible.
El almacén es una instalación en constante evolución, ya que debe adaptarse con rapidez a los cambios del mercado. Para conseguir este propósito es recomendable contar con el asesoramiento de un equipo experto. En Mecalux contamos con una amplia experiencia en la puesta en marcha y la renovación de todo tipo de almacenes e instalaciones logísticas. Contacta con nosotros para que te ayudemos a sacar el máximo partido del layout de tu almacén.