Transelevadores con microprocesador, seguridad para la carga y total autonomía
La incorporación de transelevadores con microprocesador es una solución frecuente a la hora de lograr una operativa logística completamente automática. Muchas compañías recurren a los almacenes automáticos para aumentar su productividad, siendo los transelevadores el núcleo de este tipo de instalaciones.
Estos equipos, encargados de almacenar la mercancía en sus ubicaciones de forma automática, resultan idóneos para prestar un servicio ágil, eficiente, sin errores y a un menor coste.
A continuación veremos en qué consisten los transelevadores con microprocesador y cuáles son sus características, aplicaciones y ventajas.
Qué es un transelevador con microprocesador
Antes de nada, empezamos por la definición de transelevador: es una máquina creada para almacenar y extraer automáticamente mercancía (principalmente, palets, cajas, contenedores o incluso neumáticos). Estas máquinas incorporan un microprocesador, un componente electrónico cuyo fin es procesar y ejecutar las instrucciones de un programa de gestión de almacén (como Easy WMS de Mecalux).
Los transelevadores recogen los productos desde un extremo del pasillo y los trasladan e introducen en la ubicación asignada de la estantería. Por otra parte, también retiran la carga de la estantería y la conducen hasta el transportador de salida o la ménsula que se sitúa al final del pasillo. El conjunto de estas dos operativas se denomina en logística ciclo combinado, que es cuando se deposita un palet y se retira otro aprovechando el mismo viaje del transelevador.
Estos equipos representan una evolución de los equipos de manutención tradicionales, como las carretillas trilaterales por ejemplo, con los operarios a bordo dirigiendo y controlando sus movimientos y acciones. Los transelevadores con microprocesador, en cambio, operan con total autonomía.
Modos de funcionamiento de un transelevador
Los transelevadores con microprocesador se desplazan sobre carriles e incorporan un sistema de extracción que permite colocar las unidades de carga en las estanterías (independientemente de que sean de simple o doble profundidad).
Pueden operar de tres modos distintos en función de las necesidades específicas de cada instalación:
- Automático. Este sería el modo de trabajo más habitual del transelevador, en el que se lleva a cabo la ubicación y extracción de la mercancía de forma automática: el transelevador se controla desde el PLC (Programmable Logic Controller), es decir, un ordenador encargado de controlar toda la maquinaria de un almacén. El transelevador recibe las órdenes del sistema de gestión a través del microprocesador o de un PLC integrado programable situado en el armario principal. El software cuya misión es coordinar los diferentes PLC que operan en un almacén automático se conoce como sistema de control de almacén (SCA o WCS).
- Semiautomático. Se dispone de un ordenador en uno de los extremos del pasillo que el operario emplea para enviar instrucciones a los transelevadores. El operario introduce las coordenadas que necesita el transelevador para que este efectúe cualquier movimiento. Con este modo se realizan funciones de apoyo como, por ejemplo, acceder a ubicaciones específicas o reubicar la mercancía.
- Manual. Se emplea principalmente para tareas de mantenimiento y reparación. Desde una cabina, el operario controla la máquina mediante mandos manuales y a una baja velocidad. Cabe destacar que los transelevadores están dotados de sistemas de seguridad como, por ejemplo, escaleras de mano, cables de seguridad o plataformas de mantenimiento para proteger a las personas que operan con ellos.
Aplicaciones: ¿cuándo instalar un transelevador?
Los transelevadores con microprocesador son equipos de manutención utilizados para automatizar todo tipo de instalaciones logísticas, desde almacenes ya existentes hasta centros logísticos nuevos, tanto en edificios de obra civil como en construcciones autoportantes.
Por regla general, las compañías se plantean automatizar sus almacenes (de forma total o parcial) cuando buscan aumentar el rendimiento de sus instalaciones, mejorar el nivel de servicio y reforzar la seguridad de la mercancía y de los operarios.
Su uso se aconseja especialmente cuando se gestiona una gran variedad de referencias de consumo medio o gran consumo y se desea lograr un número elevado de movimientos (ciclos/hora de entrada, salida o combinados).
Los transelevadores pueden instalarse en un pasillo con estanterías de simple o doble profundidad en ambos lados, en función de la capacidad de almacenaje que se necesite. Asimismo, pueden combinarse con el sistema Pallet Shuttle si se quiere compactar el espacio y dar cabida a un mayor número de productos.
Los transelevadores son especialmente recomendables para operar en almacenes frigoríficos, ya sean de refrigeración o congelación. La automatización reduce el volumen que debe refrigerarse y evita que los operarios se expongan de manera prolongada a ambientes con bajas temperaturas. Los transelevadores pueden operar ininterrumpidamente a temperaturas negativas de hasta -30 ºC.
Ventajas e inconvenientes de los transelevadores
El transelevador es un sistema para manipular cajas o palets que proporciona las siguientes ventajas:
- Aprovechamiento del espacio. Esto se debe a su alta densidad de almacenaje, tanto en metros cuadrados como en altura (hasta 45 m), y al hecho de que los pasillos para operar pueden ser muy estrechos (1,5 m).
- Alta accesibilidad de las cargas. Los transelevadores tienen un acceso rápido y directo a todos los productos almacenados. Las entradas y salidas de los palets se realizan en dos tipos de movimientos: simples (únicamente entradas o salidas de productos) o combinados (introducen un producto en el almacén y aprovechan ese movimiento para extraer otro).
- Inventario permanente. En una instalación automática operada por un transelevador es indispensable disponer de un sistema de gestión de almacenes (SGA) que lleve un control preciso de los palets. Con un inventario permanente sabemos en todo momento dónde se halla cada artículo. Así, se eliminan los errores derivados de la gestión manual.
- Seguridad total de la carga. La manipulación de las cargas es automática, sin la intervención de los operarios, por lo que se previenen accidentes o equivocaciones.
- Total disponibilidad y productividad. Este sistema automático puede operar sin interrupción 24/7, esto lo convierte en una solución idónea para compañías con un alto número de movimientos y con una preparación de pedidos masiva.
- Eficiencia energética. Los transelevadores incorporan regeneradores de energía que devuelven a la red eléctrica la energía generada durante las maniobras de descenso y deceleración del eje, lo que se traduce en un ahorro de entre un 15% y un 20% de media en el consumo energético total de una máquina. Todo ello con el propósito de promover una logística verde que reduzca el impacto medioambiental que causan las actividades empresariales.
Sin embargo, instalar un transelevador con microprocesador también plantea algunos inconvenientes, principalmente:
- Inversión inicial. Automatizar un almacén requiere una inversión inicial mayor que la de un almacén operado de forma manual. Sin embargo, lo cierto es que el retorno de la inversión (ROI) es superior a un sistema convencional, aunque todo dependerá de las circunstancias concretas.
- Un único pasillo. Para sacar el máximo partido a un transelevador, este debe operar únicamente en un pasillo (o, lo que es lo mismo, debe haber un transelevador en cada pasillo). Esto supone un coste superior que si se emplea un mismo transelevador para operar en múltiples pasillos. La elección entre un transelevador por pasillo o un transelevador para múltiples pasillos dependerá de la rotación de la mercancía y de los movimientos necesarios.
- Dependencia. Los transelevadores tienen que estar equipados con otros sistemas de transporte auxiliares para operar: básicamente, transportadores en uno de los extremos de los pasillos que les acerquen la mercancía que han de colocar en la ubicaciones.
Productividad y máxima seguridad
Los transelevadores con microprocesador son equipos de manutención automáticos capaces de dotar a cualquier instalación logística de una mayor productividad. Estas máquinas se desplazan sobre carriles dispuestos en el suelo e introducen y extraen las unidades de carga de sus ubicaciones siguiendo las indicaciones del SGA.
La combinación entre el transelevador y el sistema de gestión de almacenes es imprescindible para lograr un mejor funcionamiento de la instalación. El SGA no solo organiza los movimientos del transelevador, sino que lleva el control de todas las entradas y salidas de los productos.
Los transelevadores de Mecalux han demostrado su eficiencia en todo tipo de almacenes para empresas de sectores tan diversos como el de la alimentación, automoción, farmacia o químico. Si te estás planteando aprovechar las prestaciones de un transelevador, no dudes en contactar con nosotros para que te informemos de sus ventajas.